La primera visita al cirujano que va a realizar la reconstrucción mamaria es importante para que la paciente se sienta cómoda, confiada y aliviada ante las dudas que pueda tener acerca de este proceso. A veces las pacientes tienen la sensación de que no han aprovechado al máximo la primera visita que realizan con el cirujano plástico.
Sin embargo, esta sensación se puede cambiar con un poco de preparación previa que nos permita resolver todas las dudas.
1. Llevar el historial médico completo.
Hay que intentar aportar el mayor número posible de las pruebas diagnósticas realizadas anteriormente, así como entregar un listado de todos los medicamentos, vitaminas e, incluso, los tratamientos naturales que se estén tomando.
También es recomendable que informe al médico de las intervenciones previas.
2. Acudir acompañado.
Se trata de visitas muy intensas, con mucha información y detalles que entender y retener, así que resulta mejor visitar al cirujano en compañía.
3. Expresarse con libertad.
Hay que dejar los temores fuera de la consulta y manifestar con claridad qué se espera de la reconstrucción y qué preocupaciones se tienen. Además, a veces habrá que volver a preguntar algo que no se ha entendido o un detalle que no ha quedado suficientemente claro, así como pedir más explicaciones sobré algún otro aspecto que nos confunde o profundizar en algún punto de las explicaciones del cirujano.
Algunas pacientes se relajan si van a la consulta con una lista de dudas y preguntas que quieren plantear.
4. Tomar notas.
Los nervios y la enorme cantidad de información que facilita el cirujano pueden jugar malas pasadas. Algunas pacientes salen de la consulta y se dan cuenta de que no han podido asimilar todo cuanto se ha dicho. Es bueno anotar todos los puntos clave de la conversación para poder revisarla más adelante.
A pesar de estas recomendaciones, la paciente no debe dudar en telefonear al cirujano o concertar una nueva visita en su consulta si persisten las dudas.