Tanto si buscamos paliar las secuelas de un cáncer de mama como si nos hemos sometido a una mastectomía preventiva o profiláctica, tras la cirugía existen varias posibilidades. Para mí resulta cheap oakleys sunglasses fundamental que las pacientes conozcan esas opciones, sus opciones, antes de que se les practique la mastectomía para , entre otros beneficios, ayudarles custom jerseys a reducir la ansiedad que suele conllevar perder el pecho.
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Ofrecer toda la información antes de la mastectomía
Si barajamos toda la información, la paciente podrá escoger libremente, con la ayuda y orientación de su cirujano plástico, su mejor opción tras la mastectomía, ya sea provisional o definitiva, con la que ese sienta más cómoda en su caso. En este sentido tras el tratamiento contra el cáncer de mama la mujer se suele situar ante 3 grandes realidades:
- Dejar el pecho tal cual aparece después de haber extirpado una parte o la totalidad de la mama.
- Utilizar prótesis externas que simulen y reproduzcan el aspecto del pecho natural.
- Reconstruir y reparar quirúrgicamente las secuelas físicas marcadas por el cáncer de mama y sus tratamientos.
Opción 1 – dejar el pecho tal cual
Esta opción reúne a las mujeres que deciden dejar el pecho tal cual ha quedado tras la mastectomía. Suelen ser mujeres que no sienten la necesidad de reemplazar sus senos, ni de reproducir su apariencia externa, ya que , en la mayoría de los casos, pueden considerar el cáncer de mama como una experiencia que ha transformado profunda y radicalmente sus vidas. Otras mujeres la eligen como una opción transitoria y dejan para más adelante replantearse su situación. Hasta hace cheap authentic jerseys pocos años esta era la única opción par alas mujeres que se sometían a una mastectomía. Hoy, por fortuna sólo lo es para aquellas que están completamente seguras de ella, tanto desde el punto de vista psicológico como físico, porque además han recibido toda la información adecuada sobre las posibilidades de reconstrucción mamaria existentes.
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Opción 2 – prótesis externas
Esta 2ª alternativa, más frecuente, nos habla de las prótesis externas que ayudan a que el tórax recupere el volumen externo para que, vestida con el sujetador, no se perciba la asimetría corporal que ha causado la mastectomía. Cuando son de calidad estas prótesis reequilibran la simetría corporal de la mujer y suavizan la descompensación de peso que se ha producido al extirpar la mama.
Muchas mujeres optan por estas prótesis externas cuando no desean pasar de nuevo por quirófano, cuando aún no están seguras de querer reconstruirse el pecho, o bien cuando afrontan la pérdida del seno como una situación transitoria, es Wholesale NFL Jerseys decir, cuando deben esperar un tiempo para la reconstrucción mamaria debido a los tratamientos de radioterapia o quimioterapia a los que se han sometido o deben someterse.
JUSTO DESPUÉS DE LA MASTECTOMÍA
Justo después de la cirugía se recomienda emplear prótesis de algodón, de menor peso cheap oakleys sunglasses y más delicadas con la piel y las cicatrices iniciales. Sin embargo, las prótesis de silicona generan movimientos y sensaciones más similares a las del pecho natural, de modo que se puede recurrir a ellas en bạn cuanto el médico así lo indique. Estas prótesis se adaptan al cuerpo con sujetadores adecuados que permiten llevar una vida normal e incluso practicar algún tipo de deporte.
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Opción 3 – la reconstrucción mamaria
Finalmente, la reconstrucción mamaria constituye la tercera gran opción tras la cirugía contra el cáncer de mama, ya que ayuda a aquellas mujeres que no quieren asumir la pérdida del seno como algo irreversible. De modo más específico, la reconstrucción mamaria ayuda a superar la percepción de plenitud física de la mujer, proporciona sensación de curación y de control de la propia vida después de la experiencia del cáncer de mama, incrementa su confianza en su apariencia física, repara los efectos más crudos de la mastectomía y libera de la incomodidad de ponerse y quitarse prótesis o de tener que utilizar ropa o lencería especial. Y, sobretodo aporta una sensación de cierre a la lucha emocional y física mantenida a lo largo del diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.